Es larga la tarde como el camino curvo hasta tu casa
por donde regreso arrastrando los pies hasta mi cama sola
a dormir con tu olor engarzado en mi piel, a dormir con tu sombra.
Es larga la tarde y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos,
al huequito de tu brazo, a tu respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa y energía a nuestro cansancio.
sábado, 10 de julio de 2010
largatarde.
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